“El ICE no es solamente plantas y redes eléctricas o la infraestructura que comunica a todo este país, el ICE es principalmente su gente.”

No es cualquier organización la que ya acuña esa cantidad de lustros, pero más importante aún no es cualquier organización la que tiene la ­relevancia que en nuestro criterio tiene nuestro amado Instituto Costarricense de Electricidad. Hace más de 20 años, cuando tuve la dicha de ingresar al ICE, jamás me imaginé que en esta fecha tan memorable iba a tener el honor de ocupar el cargo del gerente general, puesto desde el que nuestro fundador abrazó, junto con un grupo de ­costarricenses, posiblemente uno de los proyectos más ambiciosos en la historia de este país. Inspirados, eso sí, lo que tal vez lamentablemente no es tan común en nuestros días, por los más altos ideales de quienes sueñan una mejor patria para todos.

Realmente me siento profundamente orgulloso, así como posiblemente don José Manuel Dengo y esos creadores de esta institución hace 75 años ­debieron sentirse al acometer esta-­tarea. El ICE no es solamente plantas y redes eléctricas o la infraes­tructura que comunica a todo este país, el ICE es principalmente su gente, esa gente, más de 13,000 trabajadores que cada día y sin interrupciones hacen posibles los servicios que llevamos de frontera a frontera. Nuestra historia es un cúmulo de éxitos reconocidos, pero también de desafíos. De jornadas de campo y de oficina, de sudor bajo el sol y de inclemencias atmosféricas.

Por eso, desde la Gerencia General, reconocemos en este día, año con año, a los trabajadores del ICE como nervio motor de todas nuestras actividades. El decreto ley 449 que da cuenta de la creación del ICE nos recomendó hace 75 años electrificar un país que para ese momento vivía prácticamente en la penumbra y al que le urgía tener energía propia, renovable, sostenible y accesible para todos por igual.

Así, en sus primeros 40 años, el ICE logró llevar una cobertura eléctrica del orden del 14% a una del 90% y posteriormente nos convertimos en una de las naciones con mayor cobertura a nivel de las Américas al lograr más allá del 99%.

En ese caminar construimos plantas icónicas al día de hoy que conforman el sostén del sistema eléctrico na­cional. Ahí están La Garita, Cachí, Río Macho, Arenal y Reventazón, esta última la obra eléctrica más grande de Centroamérica. También desarrollamos la geotermia, una fuente no tan común, recurso que nos enorgullece al día de hoy tras 30 años de producción sostenida con plantas hoy operativas en Miravalles y Pailas que próximamente ampliaremos con nuestro tercer campo geotérmico en Borinque.

Todas en Guanacaste, provincia bondadosa en recursos de donde proviene más del 40% de la energía que produce este país. Conforme se forjaba toda esta historia de éxito hace poco más de 60 años también se nos solicitó emular ese modelo solidario de electricidad en las telecomunicaciones de aquel entonces y con nuestras redes conectamos a los costarricenses con el mundo y al inicio del milenio sumábamos más de millón y medio de líneas telefónicas fijas lo que nuevamente nos colocó a la cabeza de América en materia de telecomunicaciones. Con el paso del tiempo también fuimos pioneros en las redes de 2G, 3G y 4G.

Superamos la apertura del mercado y además construimos la red más grande de fibra óptica de este país ahora impulsados por nuestra marca comercial Kolbi, esa ranita que salta en el corazón de todos los que trabajamos en esta gran institución. Sin distinguir las obras que siempre han sido para el servicio de las personas porque ese es el ADN de nuestra institución, valorar, ­desarrollar y transformar siempre la sociedad pensando en el ­bi­enestar de todos, por eso actualmente trabajamos de lleno en apoyo a la electromovilidad, a la entrada de la quinta generación de telefonía, (6:49) a la electrificación de poblaciones aisladas y vulnerables, así como a la ­zconexión en banda ancha y satelital de los centros de educación más alejados.

Todo esto sin abandonar la necesidad del crecimiento responsable que nuestra matriz eléctrica nacional demanda para los próximos años. Matriz eléctrica nacional de paso reconocida y afamada internacionalmente.
Continuaremos atendiendo nuestras responsabilidades como en estos 75 años, manteniendo finanzas vigorosas y mediante la planificación de acciones que nos lleven siempre a cumplir los créditos que tenemos dispuestos al día de hoy en nuestra estrategia empresarial, pero procurando el más alto sentido humano de servicio que siempre nos ha caracterizado.

Hoy con toda seguridad puedo afirmar que el ICE está fuerte y comprometido para cometer los retos que la sociedad le demanda. De ahí mi respeto y admiración para todos los ­funcionarios que desde los distintos puestos se esmeran en sus actividades para que sigamos contando con el respaldo de los di­ferentes grupos de interés, en particular todos y cada uno de nuestros clientes. Las puertas de la Gerencia General siempre estarán abiertas para escucharlos y para apoyarlos, porque precisamente fue sobre esa base que nació y creció esta gran institución.

Finalizo haciendo público el compromiso de que continuaremos ejecutando el máximo esfuerzo para que el ICE se mantenga como una empresa de propiedad estatal relevante para este país y como un referente internacional por excelencia por otros 75 y muchos años más, siendo reconocida por siempre estar a tono con los nuevos tiempos y las demandas de las sociedades modernas.