La organización Socialistas Democráticos de América (DSA), que ahora cuenta con 70.000 miembros, participará en las elecciones presidenciales nacionales en noviembre de 2020 sin apoyar a ningún candidato.
La última convención de DSA votó que si Bernie Sanders no fuera candidato, no respaldaría a nadie. La moción, sin embargo, no impide que los miembros de DSA, como individuos, trabajen o voten por Biden. De hecho, algunos miembros trabajarán efectivamente para Biden y muchos votarán por él, aunque casi ninguno le brinde un verdadero apoyo político.
Huérfanos de Sanders
Para las y los activistas y simpatizantes de extrema izquierda, socialistas, anarquistas y anticapitalistas, que representan menos del uno por ciento de la población, Biden es problemático. La extrema izquierda se unió a la gente progresista para apoyar al senador Bernie Sanders, un liberal [lo que significa en Estados Unidos alguien que está a la izquierda. Nde] en el molde del New Deal, quien se presentó como un «socialista» contra la «clase multimillonaria». Pero desde que Sanders abandonó la carrera y respaldó a Biden, mucha gente de la extrema izquierda estima que ya no tiene ningún candidato.
Biden es calificado con razón de neoliberal. Como legislador, apoyó las políticas reaccionarias y racistas de Bill Clinton que reducían la protección social y creaban nuevas medidas de derecho penal que aumentaron el número de negros y latinos en la cárcel. Biden también enfrenta una acusación de agresión sexual, aunque eso no ha afectado mucho su apoyo.
Hay quienes dicen que Biden ahora se mueve hacia la izquierda, y plantean dos argumentos. Primero, Biden y Sanders crearon un grupo de trabajo unitario (Unity Task force) que diseñó una plataforma política a la izquierda de las posiciones anteriores de Biden, al menos retóricamente. En segundo lugar, la crisis del coronavirus y la crisis económica que la acompaña pueden obligar a Biden, si es elegido presidente, a realizar intervenciones económicas gubernamentales a gran escala. Sin embargo, está claro que la plataforma del Partido Demócrata rara vez ha tenido una influencia significativa sobre los presidentes una vez que son elegidos. A pesar de todo, la mayoría de la «izquierda amplia» votará por Biden en noviembre.
¿Qué hacer con el Partido Demócrata?
Fuera de DSA, hay quienes apoyan al Partido Verde, un partido de izquierda cuyos candidatos presidenciales y vicepresidenciales son Howie Hawkins, un camionero retirado, y Angela Walker, una activista de la clase trabajadora. Ralph Nader obtuvo el mejor resultado con el Partido Verde con el 2.7% de los votos en 2000, siendo acusado entonces de haberle costado la presidencia al ex vicepresidente Al Gore al privarle de votos demócratas. En las elecciones de noviembre próximo, alguna gente de la izquierda votará por el Partido Verde en «Estados seguros» donde las y los demócratas ganarán con seguridad, pero mucha gente se mostrará reacia a votar por el Partido Verde en los Estados en disputa. Las y los miembros de DSA en su mayoría no están interesados por el Partido Verde, al que ven como inadecuado e ineficaz.
Todo remite a un debate más amplio dentro del DSA sobre el Partido Demócrata. Históricamente, desde la década de 1980 hasta la de 2010, DSA generalmente apoyó al candidato del Partido Demócrata. El fundador y líder político de DSA, Michael Harrington, creía que los sindicatos y el movimiento negro podrían obtener una influencia dominante y «realinear» al Partido Demócrata convirtiéndolo en un Partido Socialista. Una nueva generación de jóvenes miembros de DSA, de alrededor de 20 y 30 años, ha apoyado a Bernie Sanders, pero se opone al Partido Demócrata en general.
En los últimos tiempos, la opinión dominante dentro de DSA ha sido que era posible que las y los activistas de DSA utilizaran el eco electoral del Partido Demócrata para presentar candidaturas socialistas o apoyar a otros candidatos y candidatas progresistas, en el expectativa de un futuro donde se separarían y formarían un partido socialista. Una minoría quería crear un partido socialista ahora, y parte de la vieja guardia seguía prefiriendo concentrarse en transformar al Partido Demócrata en un partido más progresista.
Por el momento, con Sanders fuera de la carrera y con Biden como candidato, el debate sobre el futuro del Partido Demócrata parece abstracto. Fundamentalmente pragmática, la mayoría de miembros del DSA votará discretamente por Biden, trabajará para reelegir a la diputada Alexandria Ocasio-Cortez y otras candidaturas socialistas o progresistas, y continuará su trabajo en los movimientos sociales. La cuestión de construir un partido socialista se considera pospuesta. Otra gente de la izquierda votará Verde o, ignorando las elecciones, trabajará para fortalecer los movimientos.
Fuente: vientosur.info