Javier López Casarín
Cada vez es más evidente que las ciudades inteligentes, sostenibles, conectadas y que se optimizan utilizando tecnología son la solución más viable para contener y reducir las repercusiones que la urbanización causan al planeta, tanto las ambientales como las socioeconómicas.
Es innegable que las ciudades son el motor de la economía moderna; más de la mitad del mundo ahora vive en áreas urbanas y la urbanización continúa dando forma a la trayectoria del crecimiento global de una manera sin precedentes. Las ciudades representan los mayores logros de la humanidad y también sus mayores desafíos, puesto que la desigualdad, la contaminación e incluso su mal diseño promueven la migración de sus habitantes.
Ciudades inteligentes
Una smart city o ciudad inteligente es aquella que utiliza la tecnología y la innovación aunadas a sus recursos para hacer de ella una ciudad eficaz, sostenible y que ofrece calidad de vida a sus habitantes.
Ciudades como Nueva York, Tokio y Londres echan mano del Internet de las Cosas, el big data, la Industria 4.0, la conectividad y de aplicaciones móviles para mejorar su eficiencia logrando contribuir a mejorar el medio ambiente, optimizar los servicios públicos, mejorar la transparencia de su administración, retener empresas y atraer inversiones. Estas ciudades cuentan con infraestructuras para disminuir su consumo energético y reducir las emisiones de CO2, pues trabajan con fuentes alternativas de energía, medios de transporte y vehículos eléctricos, así como otras medidas ecológicas que refrendan su compromiso con el medio ambiente.
De igual forma, poseen una gestión racional e integral del espacio urbano y de los recursos naturales, utilizan redes de comunicación, sensores y sistemas inteligentes para crear bases de datos que ayudan en la prevención y solución de problemas aprovechando herramientas digitales y plataformas interactivas que mantienen conectados al gobierno y los ciudadanos para una comunicación efectiva y atención inmediata, tanto para su seguridad como para la realización de trámites.
En vías de desarrollo
Se espera que para el año 2050 66% de la población mundial habitará las ciudades, es por ello que se debe apostar por la sostenibilidad y la sustentabilidad ambiental, social y económica. En México se creó la Asociación Mexicana de Ciudades Inteligentes, que gestiona un fondo federal de 500 millones de pesos para comenzar la transformación de casi 2,500 municipios del país en ciudades inteligentes.
Es cierto que no existe un modelo único de estas ciudades, ya que cada ciudad tiene necesidades, economía e infraestructura específicas. Sin embargo, sí existen objetivos en común, como la sustentabilidad, el cuidado del medio ambiente y ofrecer una mejor calidad de vida a los ciudadanos.
Es por todo lo anterior que creemos que las smart cities tienen un lugar decisivo en la configuración política internacional de la próxima década; su importancia económica, su crecimiento y dinamismo podrían ser la clave para resolver los retos que enfrenta no sólo un país, si no todo el planeta, a través de nuevos modelos de cooperación y colaboración.
Fuente: www.eleconomista.com.mx