Por: Fundación Líderes Globales
El sector agrícola tiene una importancia vital para todos los países, no importa que sean subdesarrollados o desarrollados. La agricultura puede ayudar a reducir la pobreza, aumentar los ingresos y mejorar la seguridad alimentaria en un alto porcentaje de la población más vulnerable del mundo; quienes, en su mayor parte, viven en las zonas rurales y se dedican principalmente a labores agrícolas.
La agricultura ayuda a compensar las necesidades fundamentales de los ciudadanos como comer, vestirse y asegurar oportunidades de empleo. Además, los industriales crean empleo estableciendo fábricas de productos agrícolas y así también contribuyen al crecimiento de la economía. El sector agrícola en desarrollo continuará aumentando el nivel de prosperidad de los ciudadanos, formando empleo y contribuyendo a la economía de un país, con la participación de mujeres y hombres en las diversas actividades agrícolas.
En cualquier estrategia de erradicación de la pobreza, el crecimiento agrícola juega un rol fundamental. El crecimiento del sector agropecuario aumenta las productividades e ingresos de los pequeños agricultores, como así también, aumenta el empleo y los salarios de los trabajadores agrícolas. Además, el aumento de la productividad agrícola conduce a la disminución de los precios de los alimentos y a mantener la inflación bajo control. Según estudios realizados en diferentes países, hay evidencia de que el crecimiento agrícola no sólo es eficaz para aliviar la pobreza rural, sino que es más eficaz que el crecimiento industrial para reducir la pobreza urbana, especialmente en las primeras etapas de la transformación estructural hacia el desarrollo.
Por eso, debemos como país, apoyar al sector agrícola en todos sus campos, también debemos apoyar al productor local y de ser posible consumir lo que el país produce.