Ya no basta con incorporar a las urbes las nuevas soluciones de movilidad, sino que ahora iniciativas como GrowSmarter o Sharing Cities se proponen conectarlas entre sí
Mejor avancemos juntos y, sobre todo, compartiendo conocimiento y tecnología. Las ciudades inteligentes dibujan un futuro que ya se nos sitúa bien cercano y marcado por la globalidad. La novena edición del Smart City Expo World Congress (SCEWC), celebrada en el recinto de Gran Via de l’Hospitalet de Fira de Barcelona, lucía este año el lema Ciudades hechas de sueños y contó con la presencia de más de 700 ciudades de los cinco continentes. Mostró innovaciones tecnológicas totalmente implementadas a la vida urbana, además de dejar abiertos debates éticos, como el referido al reconocimiento facial y los datos biométricos de los ciudadanos, tratado por expertos de todo el mundo en la cumbre Digital Future Society.
Transformación digital, medio ambiente urbano, movilidad, gobernanza y finanzas, y ciudades inclusivas y compartidas fueron los cinco ejes que estructuraron el congreso. Se abordó el big data, la conectividad del 5G, las ciudades resilientes, las inclusivas y la gentrificación, los sistemas de transporte autónomos y los impulsados por energías limpias, la gobernanza multinivel y también la economía colaborativa y la circular. Aquello que se pudo percibir fue que lo que eran propósitos hace tan solo nueve años, el número de ediciones que ostenta el SCEWC, hoy en día son una realidad a pleno rendimiento.
Dar forma a las urbes inteligentes
al servicio de las personas
En este sentido, Huawei mostró la plataforma digital Horizon, implantada en unas 50 ciudades del mundo, entre ellas Amsterdam, que combina diversas tecnologías –IoT, inteligencia artificial, inteligencia avanzada, big data y analítica de datos-, da la posibilidad de añadir nuevos servicios, funciona a gran velocidad y con una descomunal capacidad de almacenaje. Horizon es algo así como el cerebro de una ciudad inteligente: planifica las infraestructuras urbanas, analiza las vías urbanas, se anticipa al caos y aporta soluciones.
La conducción segura llega con la ayuda de sensores y cámaras. Mobileye presentó un dispositivo de pequeño tamaño que, colocado en el parabrisas de automóviles y autocares o autobuses, avisa con un leve pitido cuando se reduce en exceso la distancia de separación con el vehículo que los precede, acciona el frenado ante el cruce inesperado de personas y muestra la visión, a través de una cámara ubicada en el salpicadero, de los ángulos muertos del vehículo. Mobileye también aprovechó el marco del SCEWC para anunciar una colaboración con la Dirección General de Tráfico (DGT) y el Ayuntamiento de Barcelona, cuyos detalles se harán públicos el 2 de diciembre (¡allí estaremos!).
Grandes marcas automovilísticas presentaron versiones de vehículos de dos o cuatro ruedas eléctricos para una movilidad cada vez más sostenible. Sistemas de carga rápida, detección de aparcamientos libres, soluciones de analítica de datos para una mejor distribución del tráfico en las ciudades y pequeños vehículos autónomos destinados al transporte de personas en zonas de baja densidad de población o para la entrega de paquetería en última milla, una solución inteligente que ayudaría a la preservación del medio ambiente y mejoraría la congestión en las ciudades ante el incremento de las operaciones de logística que ha provocado el crecimiento de las transacciones online.
Pero una de las cuestiones que está tomando fuerza es el convencimiento de que el futuro de las ciudades inteligentes pasa por compartir ideas y tecnología, situando a las personas en el centro de este desarrollo. Han tomado impulso proyectos como GrowSmarter, creado dentro del programa Horizon2020 de la Comisión Europea, que conecta las ciudades de Barcelona, Colonia y Estocolmo, ésta última merecedora del premio Smart City 2019. En GrowSmarter, las ciudades comparten iniciativas en la industria de la innovación y la transformación urbana, con el objetivo de proporcionar una mejor calidad de vida y un óptimo ecosistema para los negocios.
También el programa Sharing Cities Action Encounter, creado en 2016, une 70 ciudades de tres continentes. Ciudades en red, como Atenas, Nueva York, Milán, Montreal, Melbourne, Estocolmo y Singapur, y Barcelona, Madrid, A Coruña, Terrassa, Valencia y Vitoria en España, debatieron líneas de acción para impulsar la innovación pública, promover políticas y crear un estándar de negociación con grandes compañías y plataformas para que tengan impactos positivos sobre las ciudades, y adaptar los derechos laborales y digitales a los nuevos tiempos. En definitiva, las urbes inteligentes al servicio de las personas. El futuro ya toma forma.